- La aparición de nidos con crías de esta ave fue detectada hace semanas por biólogos que colaboran con Fundación Cepsa, que lo definen como un hito medioambiental
- La Delegación de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía destaca el hecho como un éxito derivado de la colaboración público-privada
- Se trata de una especie amenazada, de la que más del 90% de su población reproductora en España se localiza en Andalucía, mayoritariamente en Doñana
- Una vez culmine el proceso de cría, Fundación Cepsa acometerá trabajos de mantenimiento para seguir fomentando la biodiversidad de este paraje
El proyecto de restauración y protección de la Laguna Primera de Palos de Fundación Cepsa está viviendo un hito medioambiental. El paraje natural, aledaño a las instalaciones industriales y recuperado por la compañía energética hace más 20 años, ha sido el escenario de la cría de parejas de espátulas, ave cuya histórica colonia desapareció de la zona de las lagunas de Palos de la Frontera hace ya 60 años. Desde entonces, solo se había producido un caso de nidificación en el paraje natural, pero no terminó con éxito.
La aparición de nidos con crías de espátulas fue detectada hace semanas por los biólogos que colaboran con Fundación Cepsa, encargados del mantenimiento. Desde ese momento se activó un plan de seguimiento de los nidos para determinar si la cría culminaba con éxito. Jesús Velasco, responsable de Fundación Cepsa en Andalucía, señala que el regreso de la espátula se puede considerar como un hito. “La espátula es una especie amenazada, sabemos que más del 90% de su población reproductora en España se localiza en Andalucía, mayoritariamente en Doñana, seguida de Marismas del Odiel. En los últimos años esta población ha ido decreciendo a causa del retroceso de las zonas húmedas y la mayor contaminación de sus aguas. Este hecho nos da una información muy valiosa sobre la idoneidad de los trabajos que se han ejecutado en nuestra laguna, y nos anima a continuar trabajando para mejorar este entorno natural que convive en armonía con nuestras instalaciones industriales en Huelva.”
El delegado territorial de Desarrollo Sostenible, José Enrique Borrallo, ha expresado su satisfacción: “Es un orgullo que de una colaboración público-privada hallemos indicativos de biodiversidad tan importantes como este. La gestión que hace la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible del Paraje Natural Laguna de Palos y las Madres ha mostrado avances importantes en las dos últimas décadas con el apoyo de Cepsa y su Fundación”.
Borrallo ha explicado que “las labores de seguimiento y conservación de las colonias de reproducción de espátulas en el Paraje Natural Marismas del Odiel han permitido nuevas recolonizaciones en distintos enclaves de la Península Ibérica. En el monte patrimonial Dunas del Odiel se reproduce la espátula desde hace unos años y ahora se ha producido un desplazamiento de los ejemplares hacia la Laguna Primera de Palos”.
La Consejería ha realizado recientemente un vuelo de seguimiento y prospección de la situación de reproducción y se confirma en la Laguna de Palos la presencia de una colonia mixta con seis nidos de espátulas que conviven con ejemplares de garza imperial, garcilla cangrejera, morito, garcilla y garceta común.
Fundación Cepsa, en colaboración con la Delegación de Desarrollo sostenible de la Junta de Andalucía en Huelva, ha realizado durante años actuaciones para mejorar la capacidad de acogida de la avifauna acuática. Estas acciones, al igual que la creación de áreas someras e islas para facilitar la cría y protegerlas de los depredadores, como el jabalí, el zorro y, particularmente, perros asilvestrados, han sido desarrolladas con el asesoramiento de expertos biólogos y han culminado con estas nidificaciones.
La maduración de estas actuaciones ha convertido a la laguna Primera de Palos en un espacio muy atractivo para las aves. Las islas creadas han sido vitales para la cría regular de rálidos, anátidas, fumareles, gansos cariblancos y garzas, como la imperial y el avetorillo.
La espátula es un ave zancuda. Habita en humedales poco profundos donde rastrea las aguas con un pico muy sensible, cuya forma le da nombre, en busca de pequeños peces e invertebrados. Es una especie muy sensible a las molestias por lo que nidifica en lugares inaccesibles. Finalizado el periodo de cría, hacia finales de julio, migran hacia el sur recorriendo la costa andaluza y marroquí hasta llegar a Mauritania y Senegal (a unos 3000 km), donde permanecen hasta diciembre.
Fundación Cepsa ha decidido esperar a que los procesos de cría finalicen para ejecutar trabajos de mantenimiento pendientes, y que supondrán una nueva mejora del paraje para aumentar su biodiversidad y la eliminación de especies invasoras.